Seamos viento, invisibles, pero volemos delicadamente, y seamos contundentes en nuestros actos.
Aprendamos de su justicia que acaricia tanto al robusto roble como a la delicada brizna de hierba.
Seamos el viento de la duda que erosione las montañas de la certeza
Así como el ser humano lleva dentro el ansia por conquistar el mar, y el viento sopla las velas de su barco para favorecer que alcance el inmenso azul, así l@s niñ@s llevan dentro la necesidad de crecer, de aprender.
Soplemos las delicadas velas de l@s que recien empiezan a navegar la vida.
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